XLV

Fiat lux y los cerros a lo lejos
Mostraban esas estrías moradas en sus faldas
Ofrendando al viento las semillas a punto
De volar a tierra fértil.

Esas montañas girando
Moviendo las cortinas del camión como en flamas
Haciéndonos planear con los peraltes de las curvas de su carretera
Congelándome la cara el aire fresco,
Que silva mientras entra
Por esa pequeña ventana corrediza
Por donde también cabe el Sol completo

Entra por tus ojos para iluminar ese universo que se contrae apenas lo toca,
le da vida nueva a ese café que vuelve dorado, cristalino, ambarino

Todo tu contorno queda nimbado,
reluciente corona del Sol que eclipsas,
Doblas el tiempo, curvas la luz, todo lo trastocas, todo lo cambias de lugar